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Notaria

Cierres Hipotecarios

¿Qué es un cierre Hipotecario?

 

En Estados Unidos, el cierre hipotecario (también conocido como «closing») es el proceso final en la compra de una propiedad mediante un préstamo hipotecario. Durante este procedimiento, se llevan a cabo diversas actividades esenciales para finalizar la transacción y transferir la propiedad del vendedor al comprador. La intervención de un notario público es una parte importante de este proceso.

 

¿Porque se necesita un Notario en un Cierre Hipotecario?

 

La presencia del notario durante el cierre asegura que las firmas sean auténticas y que todas las partes hayan cumplido con sus obligaciones. Además, la autenticación del notario agrega un nivel de seguridad y validez a la transacción. Es importante destacar que los detalles del proceso pueden variar según la ubicación y las leyes estatales.

 

Preparación de Documentos: Antes del cierre, se preparan una serie de documentos legales, financieros y de transferencia de propiedad. Estos documentos incluyen la escritura de la hipoteca, la nota del préstamo, el acuerdo de cierre, entre otros.

Firma de Documentos: Durante el cierre, las partes involucradas, incluyendo al comprador, vendedor, prestamista y posiblemente agentes inmobiliarios, se reúnen para firmar los documentos. La firma de estos documentos es crucial para formalizar la transacción.

Presencia del Notario: Un notario público suele estar presente durante el cierre para autenticar las firmas en los documentos. El notario verifica la identidad de las partes, asegura que comprendan lo que están firmando y certifica que las firmas son genuinas.

Entrega de Fondos: En el cierre, se efectúa el intercambio de fondos entre el comprador y el vendedor. El comprador generalmente entrega el pago inicial y los costos de cierre, y el vendedor recibe el producto de la venta.

Transferencia de Propiedad: Una vez que se han firmado todos los documentos y se ha completado el intercambio de fondos, se procede a la transferencia legal de la propiedad. La escritura de la propiedad se registra en los registros públicos, formalizando el cambio de titularidad.